lunes, junio 08, 2009

LA TORMENTA

Que se acerca una tormenta
al puerto de mi bahía
lluvia de amor bastaría
para sentirme contenta.
Granizos cuando alimenta
la sed fiera de mi boca
el viento que me provoca
a volar lejos de aquí
y truenos con frenesí
en mi corazón de roca.

Una tormenta tan loca
que nuble el gris de este embrujo
pues la oscuridad sedujo
la luz ya tenue que es poca.
Ruge mi alma si la toca
el sol que yace escondido
la tormenta no ha podido
calmar mi dolor errante
y llega así desafiante
a mi lugar preferido.

El agua inunda mi nido,
mi pelo no se despeina,
la fuerte lluvia es la reina
de un ciclón despavorido.
La tormenta no ha podido
sacudirme en su murmullo
yo me escondo en el capullo
de un butacón a su espera
y me saluda sincera
extremeciendo mi orgullo.

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