viernes, octubre 09, 2009



Mi debut, cuando recuerdo,
fue tan repleto de euforia,
que no guardé en la memoria
ni algún simple desacuerdo.
No me culpo, ni remuerdo,
por nuestra historia remota,
fue como una copa rota,
que en polvo se desintegra
y su huella deja negra,
cuando vuela cual gaviota.

Luego al fin la despedida,
esa tan determinante,
demoró sólo un instante,
fue tan segura y medida.
Que estaba yo convencida,
de que todo tiene fin.
La vida es como un quitrín,
y cuando termina el viaje
no te llevas equipaje,
ni pareja, ni violín.

Es andar en aserrín,
por eso, yo he preferido,
cantar sin saber, querido...,
taratear hasta el confín.
En francés, hasta en latín,
en italiano, esperanto,
cantar para decir, tanto,
de debut y despedida,
cantando, paso mi vida,
y escribo….. ¿no sabes cuánto?

No hay comentarios: